¡Has oído que…funciona!
¿Sabías que el primer ajuste quiropráctico no fue para aliviar el dolor de espalda? Relata el padre de la quiropráctica, Daniel D. Palmer, que así es como empezó todo en septiembre de 1895.
«Harvey Lillard, portero en el Ryan Block, donde tuve mi oficina, había sido sordo durante 17 años. No podía oír el ruido de un carro en la calle o el tic-tac de un reloj. Investigué en cuanto a la causa de su sordera y me informó que, estando en una posición forzada y encorvada, sintió que algo cedía en su espalda y de inmediato se quedó sordo.
Un examen mostró una vértebra fuera de su posición normal. Razoné que si esa vertebra fuera recolocada, la audición del hombre debería restaurarse. Después de hablar una media hora, convencí Mr. Lillard para que me permitiera ajustarlo. Coloque la vértebra en su posición utilizando la apófisis espinosa como una palanca y pronto el hombre pudo oír como antes.
No hubo nada “casual” en el ajuste, ya que se llevó a cabo con un objetivo claro, y se obtuvo el resultado esperado. No había nada «de brutal» en ese ajuste; era específico y poderoso, tanto que así nació la Quiropráctica.
¡Daniel David Palmer fue su gran precursor!