“No pruebes hacerlo en casa”
A menudo los pacientes hacen esta pregunta a sus Quiroprácticos: … ¿está bien “ajustar” su propia columna vertebral? Por lo general la pregunta surge después de ver a un amigo o familiar manipulando su propio cuello de lado a lado, tratando de conseguir el característico “pop”. La respuesta es ABSOLUTAMENTE NO.
Aunque a simple vista no lo parezca, hay muchos factores que entran en juego en el ajuste quiropráctico. El análisis de la subluxación, la habilidad en la palpación, la interpretación radiográfica, la lectura de las pruebas quiroprácticas, el vector y cociente de aplicación de fuerza, puntos de contacto, la selección de nivel vertebral donde actuar, evaluación de contraindicaciones, el conocimiento de la historia familiar, el posicionamiento del paciente, control de la respiración, el propósito, la intención y temporización de la fuerza a aplicar. Es una locura pensar que se puede hacer con seguridad y eficacia a otro ser humano sin años de trabajo de postgrado y la formación clínica, y mucho menos, hacérselo uno mismo. El ajuste quiropráctico, aparentemente tan simple, es muy poderoso y debe ser seguro y especifico.
Ningún Quiropráctico respetable trataría de ajustar su propia columna vertebral, al igual que un dentista no se haría su propio implante. Es mejor delegar en un colega profesional con manos bien entrenadas y que puede hacer el trabajo de manera objetiva. Si conoces a alguien que insiste en “ajustarse” su propia columna, aconséjale que se ponga en manos profesionales o de lo contrario habrá que ponerle un cono de protección para que no se autolastime.
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