Viajar puede ser estresante
Pues puede ser parte de tu trabajo o el inicio o el fin de unas vacaciones en familia. Cruzar varias zonas horarias, junto con estar en lugares desconocidos, dormir en camas extrañas y comer en un horario diferente puede pasar factura. Por no hablar de las cancelaciones de vuelos, retrasos y pérdida de equipaje.
He aquí algunas sugerencias para mantenerse saludable y reducir al mínimo los efectos del jet-lag:
1. A partir de tres o cuatro días antes de tu partida, cambia gradualmente tus horarios de dormir y comer para que coincida con los de tu próximo destino.
2. Trata de viajar de noche. Al volar durante la noche, llegarás a tu destino en la mañana o por la tarde, por lo que es más fácil para reajustar el reloj interno de tu cuerpo.
3. Evita el café. Antes y durante el vuelo, evita comer en exceso y el consumo de bebidas con cafeína, que a menudo interfieren con los ciclos normales de sueño.
4. Bebe mucha agua. Cuando se presuriza la cabina baja la humedad. ¿El resultado? Dolores de cabeza, labios y piel seca. Incluso las retinas se resecan y las lentes de contacto pueden resultar molestas. Evita el alcohol y la cafeína que provocan deshidratación.
5. Al llegar a tu destino, trata de salir a la calle a la luz del sol. Esto ayuda a la glándula pituitaria restablecer tu ritmo circadiano y adaptarse al ciclo de día y noche local.
El control adecuado del sistema nervioso de tu tracto intestinal, busca más información sobre la fermentación de los alimentos y recetas para preparar con ellos.
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