¿La persona o el problema?

Una de las cosas que hacen la quiropráctica tan estimulantemente diferente es que nos concentramos en la persona con el problema, no en el problema de la persona. Vemos sus oídos, garganta, estómago y el resto como un paquete total. Este “panorama general” está coordinado por el sistema nervioso.

Mientras que algunos piensan que la quiropráctica es solo para problemas de la columna vertebral, nuestro interés por la tuya reside simplemente en el hecho de que los nervios de la columna vertebral son los más vulnerables a la hora de ponerse en riesgo e irritarse. Las lesiones físicas, los trastornos emocionales y las toxinas químicas pueden afectar la forma en la que tu sistema nervioso funciona.

Dado que tu sistema nervioso controla cómo funciona cada célula, tejido y sistema de tu cuerpo, asegurar el correcto funcionamiento de tu sistema nervioso es la clave para la salud. No es la clave  tu presión arterial, controlada por el sistema nervioso; no tu pulso, controlado por tus nervios; y ni siquiera tu temperatura, controlada por el sistema nervioso.  Son efectos a tener en cuenta, pero en realidad son SÓLO los síntomas. Al igual que el sonido penetrante de una alarma de incendio, la causa es otra. Y precisamente lo que hacemos en la consulta es ¡trabajar sobre la causa!

Pensar en los quiroprácticos como especialistas de la columna sería como pensar en los médicos como especialistas del estómago, solo porque el medicamento entra en el torrente sanguíneo a través del estómago. Así que, mientras que nuestro enfoque parece que sea la columna vertebral, nuestro principal interés es la estabilidad de tu sistema nervioso.

Dale un respiro a la tele

¿Sabías que una persona corriente pasa 167 horas al mes delante de la tele? Eso es casi una semana al mes. Si eres una de esas personas, puede que sea hora de apagar la tele. Como con  todos los malos hábitos, tienes que aprender a reconocerlo para poder cambiarlo.

 

¿Cómo cambiarlo?

 

  • Comprométete a pasar una semana sin ver la televisión. Sin trampas.
  • Deshazte de todas las teles de tu casa, menos de una.
  • Quita la tele de la sala principal de la casa.
  • Pon la tele en la habitación donde guardes los artículos de fitness para hacer ejercicio mientras la ves.
  • Deshazte del satélite, así tendrás menos programas para ver.
  • Que alguien te esconda el mando. Te cansarás de estar siempre teniendo que cambiar de canal.
  • Que todos los miembros de la familia tengan unas horas limitadas a la semana para ver la tele.
  • Haz un bote: si quieres ver la tele, pagas. Y usa ese dinero va destinado a excursiones familiares.

 

Ciudado con mi espalda por favor!

¿Sabes que el dolor de espalda es el segundo problema médico más solicitado? (El primero es un resfriado común y corriente). Las causas más normales del dolor de espalda son el estrés, una mala postura, estar sentado mucho tiempo, traumas, etc. Pero, ¿sabes que tus emociones también pueden causar dolor de espalda? Y ni la medicación ni las operaciones van a solucionar el problema si se da el caso.

Desde un punto de vista emocional, el dolor de espalda se da cuando no te sientes apoyado de alguna manera. Tu columna es el apoyo de tu cuerpo; si sientes que no tienes el apoyo necesario, tiene sentido que te duela la espalda.

El dolor en la parte superior de la espalda surge cuando no sientes el apoyo de las personas que te importan. Si uno se da cuenta que él mismo es el responsable de su felicidad, muchas veces este dolor desaparece.

El dolor en la parte central de la espalda se asocia con el pasado. Puede que sientas que alguien te ha clavado el puñal por la espalda. Si te liberas del dolor, de la rabia y de la culpabilidad puede que te sientas mejor.

La falta de dinero o los problemas financieros se vinculan a la zona lumbar. Si consigues lidiar con el miedo de mantenerte económicamente puede que elimines este dolor.

Puede que encuentres la manera de liberarte del miedo, rabia e inseguridades mediante la meditación, el asesoramiento, ejercicio y otras técnicas de alivio de estrés.

Dale un impulso a tu cuerpo

Todos hemos escuchado la frase “o lo usas, o lo pierdes”. Esta frase es especialmente cierta cuando nos referimos a nuestra  función articular.

A medida que envejecemos, muchos sufrimos una pérdida de movilidad en las articulaciones, sobre todo por las mañanas. O necesitamos tiempo para recuperarnos luego de levantarnos de una silla o de manejar largas distancias. Rodillas, caderas, hombros y codos son comúnmente acusados. Menos obvias pero incluso más importantes son las articulaciones de la columna.

A medida que empezamos a sentir  el impacto de una vida de insultos y daños a la columna, el cuidado quiropráctico se vuelve especialmente de ayuda.

Aparte de ayudar a las articulaciones espinales a funcionar lo más óptimamente posible, muchos mayores eligen cierto tipo de cuidado quiropráctico regular para:

Mejor Balance: las caídas son por lo general el principio del fin para los mayores. Hay investigaciones que sugieren que el cuidado quiropráctico puede ayudar a los mayores a mantener mejor el balance.

Aumento de la vitalidad: Con el foco del cuidado quiropráctico puesto en el sistema nervioso, muchos pacientes reportan dormir mejor, mayor energía y mayor sentido del bienestar cuando son ajustados regularmente.

¿Ha pasado tiempo desde tu última visita? Llámanos hoy para programar tu próxima cita. ¡Esperamos verte!

Cuenta tus bendiciones

Hay dos tipos de persona: los que se empeñan, desean y ansían el próximo acontecimiento, y aquellos con un sentido de contento interior y gratitud.

Sucede que la felicidad no está “ahí afuera” en algún lado, supeditada de ser adquirida o conseguida. La felicidad (relacionada a la alegría) viene de un sentido de paz y calma que acepta lo que hay.

Es una decisión.

La gratitud comienza al volvernos más conscientes de nuestras bendiciones. Una forma de contar nuestras bendiciones es hacer una lista de ellas. Asique empecemos.

Empieza agradeciendo por tu vida, tus padres,  tu salud, tu propósito y todas las oportunidades que tienes. Y luego, haz una lista de experiencias en tu vida que te bendijeron, comenzando por las más tempranas memorias de la escuela, eventos familiares, vacaciones y todo el resto. Luego, lista a las personas que conociste, los libros importantes que has  leído, y las películas significativas que viste. Ya te das una idea. Tu lista muy pronto incluirá cientos o miles de entradas.

Luego, añade a la lista al menos una bendición al día.

Entonces, cuando te sientas deprimido, menospreciado, minimizado o derrumbado, saca tu lista y ¡empieza a leer!

Revisión de mochila para la vuelta al cole

Muchos colegios requieren chequeos médicos de pre-admisión para comprobar que su hijo/a se encuentra sano antes de volver a empezar.

Pero, ¿alguna vez le han hecho un chequeo a su mochila?

¿Le sorprende que más del 60% de los estudiantes (de entre 11 y 15 años) que llevan mochila se quejan de dolores de espalda? Esto puede prevenirse con las siguientes pautas:

  • Elija una mochila infantil, que no sea para adultos. Las correas deben estar acopladas de forma que la parte inferior de la mochila quede a un centímetro de la cintura.
  • Elija una mochila cuyas correas sean anchas y acojinadas. Las correas finas pueden resultar incómodas.
  • Asegúrese de que la mochila llena de su hijo/a no supere el 10-15% de su peso. Un niño que pese 25 kg no debe llevar una mochila que pese más de 3 – 4 kg. Saque cualquier cosa que no sea absolutamente necesaria y déjelo en casa o en su casillero.
  • Asegúrese de que su hijo/a lleve ambas correas puestas para equilibrar el peso de la mochila en ambos hombros. La correa de la cadera también ayudará a distribuir equitativamente el peso.
  • Enseñe a su hijo/a a recoger la mochila agachándose, usando así la fuerza de sus piernas en lugar de inclinarse para

Su quiropráctico estará encantado de comprobar el tamaño, peso y posición de la mochila de su hijo/a. Pide hora para su chequeo.

¿Has dormido mal?

Por la mañana te despiertas con un fuerte dolor de cabeza y dolor de cuello. Apenas puedes girar tu cabeza sin una mueca de dolor. Lo curioso es que no tienes ni idea de cómo sucedió.Bueno, tal vez lo que te vamos a contar explique lo que pasó!

Tu atlas es un pequeño hueso de unos 50 gr que sostiene todo el peso de la cabeza, cerca de 5 a 6 Kg o el peso de una bola de boliche. Es el hueso más móvil en la columna vertebral y el más vulnerables a una mala alineación. Cuando se ha desplazado de su posición correcta por una postura poco natural demasiado tiempo, puede crear una presión sostenida sobre tu sistema nervioso y, si no se corrige, causar estragos en tu salud.

Así que ¿por qué estás dolorido ahora? Te quedaste dormido en el sofá, quizás viendo los deportes y te provocaste una subluxación.Somos humanos, sucede. Sólo esperamos no repetir el mismo error y esperar a que desaparezca por sí solo o con una pastilla.Si crees que has “dormido mal“, acude al quiropráctico para que cheque la posición de tu atlas y lo alinee de nuevo inmediatamente.

¿Cuánto sabes sobre el envejecimiento?

En los Estados Unidos, más de 30 millones de personas tienen más de 65 años. Solo alrededor del 5% están en asilos y un 10% todavía están trabajando. Si nos mantenemos saludables, todos nos uniríamos al grupo de personas mayores vitales y activas. Acaso tienes una imagen errónea de la gente más experimentada? Enterate respondiendo las siguientes preguntas…

VERDADERO O FALSO

  1. Todos nos volvemos un poco olvidadizos o nos confundimos con facilidad cuando vamos envejeciendo.
  2. Puedes volverte demasiado viejo o frágil para hacer ejercicio.
  3. La mayoría de las personas mayores están normalmente tristes o deprimidas.
  4. Los sentidos tienden a fallar a medida que envejecemos.
  5. Los conductores de más de 65 años tienen más accidentes que los menores.
  6. La gente mayor tiende a volverse más religiosa.
  7. Los adultos mayores tienen más probabilidades de ser víctimas de un criminal que las personas jóvenes.
  8. De todos los grupos etarios de adultos, los mayores son los que más respetan la ley.
  9. La mayoría de la gente mayor dice que no se irrita o enfada muy seguido.
  10. Los empleados mayores faltan menos al trabajo que los jóvenes.
  11. Los pacientes de mayor edad tienden a seguir en menor medida las recomendaciones de los médicos.

 

Respuestas: 1. Falso 2. Falso  3. Falso  4. Verdadero  5. Verdadero  6. Falso 7. Falso  8. Verdadero  9. Verdadero  10. Verdadero  11. Falso

 

¿Son buenas tus gafas de sol?

Hay evidencia de que los rayos ultravioletas del sol pueden ser un factor que incide en las cataratas y la degeneración de la retina.

Un sombrero o visera que te haga sombra o unas gafas de sol son las dos soluciones. Pero… qué define la calidad de las gafas de sol? El estilo? El color? El precio?

Hasta ahora, no hay regulación que mida la calidad de las gafas de sol. Sin embargo, el Instituto  American National Standards, sí que las puntúa. Miden la habilidad de las lentes para detener la transmisión de la dañina luz ultravioleta. Busca siempre gafas que sean testeadas por la ANSI. Las mejores lentes, frenan el 98% de los rayos UV-A y el 99% de los UV-B, los dos tipos de luz ultravioleta que provocan el bronceado.

No olvides los ojos de tus niños también! Sus ojos continúan desarrollándose hasta aproximadamente los 7 años de edad. Además de el  factor de UV, busca lentes de buena calidad para que tengas menos chances de que te provoquen dolores de cabeza por la distorsión de la imagen o por los marcos que no se adaptan a ti adecuadamente.

Cuida tu audición

Utilizas gafas para proteger tus ojos. Protector solar para tu piel. Pero qué hay de tus oídos? Alrededor del 10% de nosotros somos sordos o tenemos una discapacidad de audición que proviene de causas ampliamente evitables.

Los investigadores miden los niveles de sonido en decibeles (dB). Una conversación durante la cena ronda los 40 dB. El timbre de tu puerta 50dB. Pero nuestros oídos pueden experimentar daños por la exposición prolongada a niveles altos de sonido cuando cortamos el césped o usamos una sierra eléctrica (90dB) o si estamos cerca de turbinas de avión (130dB). Incluso los Ipods o los efectos de sonido durante una película en el cine pueden ser culpables. Están llevando el volumen a niveles máximos y el daño nos está perjudicando.

Mientras la escena musical de hoy en día pueda ser glamorosa, muchos músicos de rock son prácticamente sordos! Ellos (y muchos de sus fans) perdieron una parte de su audición por la exposición frecuente a los niveles de sonido de los conciertos de rock que rondan habitualmente los 110 dB.

Si no puedes evitar los niveles de sonido elevados, cubre tus oídos con tus manos o compra un protector de oídos.  Las versiones más económicas son unos bloquecitos de espuma que deben comprimirse y luego al insertar en la oreja se expanden reduciendo los niveles de sonido que ingresan al oído. Aunque la mejor opción es usar unos protectores de oreja que son como auriculares que la rodean por completo.