Los mitos en la quiropráctica
Hay algunas ideas erróneas sobre la Quiropráctica. Entre ellas, que sólo sirve para tratar dolores de cabeza o de espalda. Aunque a esta profesión se la conoce inicialmente por ayudar a las personas con molestias en estas zonas.
Lo bueno es que los beneficios van más allá de los músculos y del esqueleto, y muchas personas que padecen otro tipo de enfermedades también obtienen un resultado positivo con la quiropráctica. A largo plazo, los resultados muestran una mejoría evidente en muchos aspectos de la salud, como la circulación, la digestión, una mejora del sistema inmunitario, más flexibilidad, menos dolores y molestias, reducción de tensiones cervicales, así como un aumento de vitalidad y salud en general.
A las embarazadas les ayuda mucho en las molestias del embarazo. También a dar la luz con más facilidad: una vez que se “alinea” la columna, el bebé se encajará mucho mejor para el nacimiento.
Los niños que están bajo cuidado quiropráctico tienen menos problemas de asma, infecciones de oído y garganta, pero también les suben más defensas, entre otros beneficios.