Esclerosis Múltiple y Quiropráctica
La Esclerosis múltiple o enfermedad de Lou Gehrig se caracteriza por la degeneración de las neuronas motoras superiores e inferiores que conduce a la parálisis muscular. Es una enfermedad progresiva, que afecta a todos los nervios del cerebro y de la médula espinal que controlan los músculos de nuestro cuerpo. A medida que los músculos se debilitan, a la persona le resulta más difícil comer, caminar, hablar e incluso respirar.
No hay aún cura que pueda revertir o detener la enfermedad totalmente, pero hay algunos tratamientos disponibles, incluyendo el cuidado quiropráctico que han demostrado ser eficaz y aliviar los síntomas y, en algunos casos, frenar la evolución de la enfermedad. Ajustando las subluxaciones en las vértebras y asegurarse un perfecto alineamiento de la columna permite que el sistema nervioso central funcione sin obstrucciones. Esto, a su vez, mejora el sistema inmunitario y garantiza que las funciones corporales funcionen correctamente. Aunque cada persona responde a la enfermedad de forma diferente, la atención quiropráctica puede dar esperanza a los enfermos de Esclerosis múltiple y mantenerlos en forma mientras luchan contra esta enfermedad.
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