“Golpear” una columna desalineada
Si clavas un clavo recto entra directo en la madera. Si clavas un doblado, se dobla aún más. El mismo principio físico se aplica a la columna vertebral.
Una columna vertebral correctamente alineada puede soportar las fuerzas que encuentra cada día, como ponerse de pie, levantar, flexionar y la torsión. Una desviación o subluxación en esa columna vertebral y en lugar de soportar esas fuerzas, la columna vertebral sucumbe a ellas. Entonces, por molestias, lesiones e incluso incapacidad, se convierten en difíciles las actividades diarias normales, como las tareas domésticas, hacer ejercicio o jugar con tus hijos.
La integridad estructural engendra el funcionamiento normal. Cuando se trata de fuerza y rendimiento, la columna vertebral tiene que estar en la alineación adecuada para conseguir hacer el trabajo sin dañarse y sin dolor. Mantén en forma tu columna con cuidado quiropráctico regular para protegerla de los golpes de la vida diaria.
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