No olvides tu ajuste…
A veces sucede que las personas se olvidan de seguir su cuidado quiropráctico tan pronto como el dolor desaparece, para regresar unos meses después preguntándose qué hicieron para que vuelva el dolor. En la mayoría de los casos no es tanto lo que hicieron lo que provocó que el dolor regresara, es lo que dejaron de hacer.
Una vez que desaparecen los síntomas, pensamos que ya estamos sanos y es fácil olvidarse de seguir la rutina que nos hizo mejorar. Es habitual que después de hacer dieta y mejorar nuestros hábitos alimenticios consigamos perder unos kilos que, en cuanto volvemos a descuidar nuestros hábitos, se recuperan rápidamente. Lo mismo vale para mantener tu columna vertebral sana con la atención quiropráctica regular. Cuando el dolor se ha ido y la vitalidad ha vuelto es fácil olvidar el impacto que tiene un sistema nervioso despejado sobre tu salud en general. Si abandonas el cuidado quiropráctico por mucho tiempo será más difícil recuperar las mejoras. Lo ideal es seguir un programa de mantenimiento.
Cuando tus antiguos dolores y molestias reaparecen, en lugar de tratar de averiguar lo que hiciste que provocó de nuevo la crisis, recuerda lo que estabas haciendo y permitió que tu cuerpo expresara la inteligencia innata que sabe como auto repararse.
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