Subluxación en el zapato
Hoy vamos a recurrir a una fábula para explicar un concepto muy sencillo pero que, a veces olvidamos.
Un hombre tenía dolor en el pie y decidió utilizar una pomada que le habían recomendado para “curar” todos los dolores. El dolor desapareció y el problema se trató con éxito, al menos “farmacológicamente” hablando.
Como era de esperar, el dolor regresó después de que el efecto calmante desapareciera. La siguiente ver el hombre decide escuchar a un amigo y acudir a un quiropráctico que realiza un análisis para encontrar la causa del problema; ¡una piedra escondida en el zapato! El quiropráctico simplemente elimina “la piedra”, es decir elimina la subluxación o la interferencia y deja que el propio cuerpo sane la llaga. El hombre obtiene los resultados que buscaba.
Moraleja de la historia, si quieres resolver tus dolores y otras deficiencias de salud, es más inteligente encontrar la causa fundamental. En otras palabras, ir al origen del problema, eliminarlo y dejar que el tiempo y la naturaleza se encarguen del resto. Adormecer tus sentidos con las drogas y no escuchar los avisos de tu propio cuerpo, no conduce hacia la sanación.
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