Martillear una Subluxacion
Si te has golpeado el pulgar con un martillo, con un poco de tiempo y cuidado se curará. Pero si insistes en golpear ese mismo dedo pulgar una y otra vez, aún con los mejores esfuerzos terapéuticos, la curación no llegará debido al trauma repetitivo.
Del mismo modo, es común que los pacientes tienen subluxaciones vertebrales recurrentes, (desalineación de los segmentos vertebrales que provocan la irritación de los nervios), incluso después de recibir la mejor atención quiropráctica. En muchas situaciones, no es el cuidado quiropráctico lo que falla; los repetitivos hábitos de estilo de vida fuera de la consulta se convierten en la causa. Por ejemplo: te ajustas y al volver a casa, sin darte cuenta te quedas dormido en el sofá – entonces de nuevo RE-SUBLUXACIÓN… O una vez ajustado, te paras en algún lugar a comer comida basura – entonces RE-SUBLUXACIÓN… El ciclo para que se repitan las subluxaciones continuará siempre, es como no dejar de martillear sobre el pulgar.
La Vida por si sola ya genera suficiente estrés y en consecuencia subluxaciones, sin necesidad que los malos hábitos añadan más estrés a tu columna. Si no estás sosteniendo bien los ajustes, tal vez hay algo en tu estilo de vida que debe ser abordado. Comenta con tu quiropráctico qué hecho repetitivo y “subluxador” puede ser el causante y ver si puede aislarse.