Una vez empiezas es para siempre

Una de las creencias más mal entendidas acerca de la quiropráctica es que una vez que comienzas, tienes que ir para siempre. Es cierto, muchos pacientes  eligen continuar la atención regularmente después de experimentar grandes resultados, pero lo hacen simplemente porque tiene sentido: el cuerpo funciona mejor sin interferencias nerviosas.

Otros ejemplos de actividades que tiene sentido hacerlas con regularidad pueden ser cepillarse los dientes, ir al gimnasio, tomar tus vitaminas, comer tus verduras, cambiar el aceite del coche o ahorrar para la jubilación. En algún momento del camino, decides que practicar estas actividades agregan un plus en tu vida en lugar de restar y, eso mismo que piensan los pacientes que optan por seguir el cuidado quiropráctico de mantenimiento.

Nadie puede obligarte a hacer algo que no deseas. Al igual que poner a punto el coche regularmente o permanecer en buena forma física, la opción de mantener para el resto de tu vida, la columna vertebral y el sistema nervioso libre de tensión, es totalmente tuya… como serán tuyos los beneficios si lo haces y las consecuencias si no.